El mar crea adicción

Excursiones en barcos de pesca en Mallorca con Pescaturismo

Hoy toca madrugón. Apenas hemos dormido tres horas, pero si es para embarcarnos en una aventura maravillosa de pesca turismo, los ojos pesan menos. Hemos quedado a las 5:15am en el puerto de Can Picafort, en Mallorca, para poder salir a navegar un cuarto de hora más tarde. El mar parece una balsa de aceite y aprovechamos para acabar de despertarnos con su brisa. Aún tenemos casi una hora para disfrutar de la luna a bordo.

Biel Payeras, patrón y pescador del Toni Cuarto, nos avisa, para asombro de todos, de que su hijo está durmiendo en el camarote de abajo. Está ya acostumbrado a descansar en alta mar y ni el motor ni los invitados le molestan. A 19 millas de la costa de Mallorca, su padre lo despierta. Ambos nos ofrecen bebidas, que decidimos acompañarlas con un robiol de requesón para adentrarnos de lleno en la gastronomía de Mallorca.

Biel hijo prepara lo necesario para empezar la jornada de trabajo mientras su padre se calza las botas y se pone el peto. Nadie va a los mandos del timón, pero está todo controlado. El barco de pesca sigue su recorrido hasta alcanzar las boyas estratégicas que tienen puestas en el mar. Sólo ellos y otra embarcación pescan en esa zona.

Excursiones en barcos de pesca en Mallorca con Pescaturismo
Biel Payeras y Dan Graovac, turista americano.

El patrón nos cuenta que salen a pescar todos los días, independientemente del tiempo que haga. Nadie les asegura nada en el caso de que haya mala mar. “Aquí si no trabajas, no cobras”. Empezó tarde, a los 23 años. Antes era mecánico y fontanero, pero, cansado de ensuciarse las manos, decidió embarcarse. Ahora vive mejor y disfruta al máximo de lo que hace, a pesar de que el trabajo sea duro.

Excursiones en barcos de pesca en Mallorca con Pescaturismo
Dan quedó impresionado con el trabajo de los pescadores.

Los motores empiezan a apagarse y Biel padre empieza a recoger las redes. Las señales horarias de la radio nos avisan de que son las 8 en punto. Un minuto después, viene el primer pez. Un rape. Le siguen dos rayas, una langosta y una espardeña. “Esta última va a 80€ el kilo”, nos dicen. Poco después, una increíble serviola de 15kg que sacan a la fuerza entre los dos. A pesar de ello, no es un buen día. Parece que no hay suerte con las langostas. Y a las 8:38h acaba la primera tirada.



De camino a la segunda bolla, merendamos Quelitas con sobrasada para seguir deleitándonos con el producto autóctono balear. Al ritmo de la canción “Quantes pluges” de Adala, lanzan de nuevo las redes. Son las 9:17h y ya empiezan a notarse los 26ºC en medio del mar. Mientras Biel hijo recoge unas cuantas langostas, nos cuenta mil y una historias de sus excursiones. “El mar crea adicción”, confiesa. Y se queja de que no hay educación sobre él. De ahí que haya poca gente interesada en hacer este trabajo. “Menos mal que aún hay personas que, aunque sea por herencia, les apasiona”.

La tercera y última tirada acaba a las 11h. De las diez horas que están embarcados prácticamente sólo trabajan seis. El resto lo dedican a navegar. Una libélula y una gaviota deciden acompañarnos hacia la pesquera. De fondo suena “Roba estesa” del grupo Les Criades mientras padre e hijo limpian el pescado. Las bromas entre ellos denotan su complicidad y ambos acaban empapados a manguerazos. Después de dejar el barco y el pescado a punto, llega la hora de hacer la comida.


Biel padre nos prepara un arroz marinero a la vez que nos redirige hacia el puerto. Un día tan estupendo sólo podía culminar de esa forma. Su hijo le ayuda durante el proceso, pero no deja que le ponga la guinda al pastel. Teme que la receta no salga como siempre. Y no sabemos qué es “como siempre”, pero saboreamos todos los ingredientes y repetimos plato al unísono de “espectacular”. El pescado fresco nada tiene que ver con el que comemos habitualmente y convierte este arroz marinero en una verdadera maravilla gastronómica.

Excursiones en barcos de pesca en Mallorca con Pescaturismo
Disfrutando del mar y del sol durante la excursión de Pescaturismo.

A la vuelta el mar está un poco picado y entre ola y ola hacemos la digestión. Los invitados comentan que la excursión de Pescaturismo ha superado con creces sus expectativas y que, a pesar del madrugón, no están cansados. Desde luego, al principio no te haces una idea de lo que puedes llegar a disfrutar a bordo. Llegamos al puerto con una sonrisa y padre e hijo amarran el Toni Cuarto. Son las 14:30h y, aunque con ganas de continuar, ponemos fin a la excursión de pesca turismo. Nueve horas intensas con un sinfín de emociones dignas de repetir. Y si de una cosa estamos seguros es de que eso mismo haremos.

¿Quieres vivir esta aventura de Pescaturismo?


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